miércoles, 3 de febrero de 2016

no hablan porque no pueden palabrar, pero sí se comunican

Si bien es sabido que plantas y animales no hablan 
[porque efectivamente les faltan palabras], 
poco difundido es que de manera clara expresan lo que sienten.






El caballo de Turín, 2011 (una parte).
Béla Tarr. 



Quién sabe qué terminó de desatar la locura en Nietzsche*, acá de Tarr entiendo una propuesta poética: ocuparse de aspectos verdaderamente profundos y complejos del hombre durante toda la vida y vivenciar luego de tantos años de estudios una tan sencilla y brutal inhumanidad de una persona contra un caballo evidencia lo inútil y banal que pudo haber sido el enfoque de ese descomunal esfuerzo investigativo.

* (ya sabemos de su sífilis y su meningioma)

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